brote del mejor tempero,
abanico que la aurora
abre olivar a olivar.
Bendita luz plateada
que asciende de rama en rama
y entre vuelos de jilgueros
y cantos aceituneros
Existe una Jara vivida desde el terruño, íntima y personal que intentamos reflejar aquí, con miradas a sus arquitecturas, paisajes y paisanajes, costumbres y tradiciones, sin olvidar La Jara actual. Solo nos anima el deseo de defender nuestra cultura rural frente al empuje de lo urbano y a reclamar nuestro derecho al progreso frente a la desidia de la clase política.
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