viernes, 30 de mayo de 2014

Que viva La Jara Viva. 30 de Mayo de 2014


Con este video queremos contribuir a la doble idea de celebrar el nacimiento de D. Fernando de La Jara y Jiménez de Gregorio y el día de la Comarca de La Jara.
Sus imágenes tratan de ser una pequeña muestra de nuestra gente, nuestra cultura y nuestros paisajes.

Es verdad que faltan imágenes de muchos de nuestros pueblos, pero nuestra modesta capacidad no nos ha permitido abarcar todo lo que hubiéramos deseado. Seguro que en el futuro corregiremos esa laguna. Nuestras disculpas.   



Índice de las fotos que aparecen en el vídeo

1.       Flor de La Jara
2.       Dolmen de Azután
3.       Ciudad de Vascos
4.       Piedraescrita
5.       Traje de Jareña
6.       Alcaudete de La Jara
7.       Alcaudete de La Jara
8.       Aldeanovita-Olivar
9.       Vareadores
10.   Villar del Pedroso
11.   Mujer de Aldeanovita
12.   Fuente Blanca- Aldeanueva
13.   Las Posadas-Aldeanueva
14.   La Estrella 
15.   La costura
16.   Patio-Campillo de La Jara
17.   Carrascalejo
18.   Pastando bajo la encina
19.   Rebaño- La Estrella de La Jara
20.   Segando- Puerto de San Vicente
21.   Mohedas
22.   El mulo-Mohedas de La Jara
23.   Paisaje-Mohedas de La Jara
24.   Rastrojos-La Estrella de La Jara
25.   La cosecha
26.   Salida de misa- Navalmoralejo
27.   El saludo - Navalmoralejo
28.   Paisaje- La Nava de Ricomalillo
29.   Río Frío-La Nava de Ricomalillo
30.   Molino Río Frío-La Nava de Ricomalillo
31.   Río Cubilar- Fuentes
32.   Retrato de amigas
33.   Vista puente- Belvís de La Jara
34.   Retrato de niña
35.   Viva La Jara


jueves, 29 de mayo de 2014

30 de Mayo- Día de la comarca de La Jara

30 de Mayo- Día de la comarca de La Jara.  Alfonso Yuncar.
Este 30 de mayo se cumplen 103 años del nacimiento del historiador  D. Fernando Jimenez de Gregorio, o D. Fernando de La Jara y Jimenez de Gregorio, como gustábamos de llamarle muchos de sus paisanos. Coincidiendo con esta fecha y haciéndonos eco de la iniciativa de Mario Alonso de Aldeanovita, queremos sumar nuestra voz, para que este día y en años venideros se llegue a considerar también El Día de La Comarca de La Jara. Ojala que la iniciativa cuaje, y tanto los Ayuntamientos como las asociaciones culturales de nuestros pueblos unan esfuerzos a favor de instaurar  dicha celebración. 
Nace D. Fernando en Belvís de La Jara en 1911 y fallece en 2012. Una larga vida la de este hombre entrañable y generoso que dedicó gran parte de su labor en reivindicar nuestra tierra. Nuestro historiador, miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas y cronista oficial de la provincia de Toledo recibió en 2003 del Ministerio de Trabajo la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo. El galardón le fue otorgado por el prolífico trabajo de toda una vida dedicada a la investigación historiográfica y a su labor docente como catedrático de Geografía e Historia.
La Real Academia recordaba a su fallecimiento en 2012: «todo lo concerniente a La Jara le concernía a él» y apuntaba que «lo más prodigioso de todo ello es que empezó a trabajar por La Jara, a preocuparse por esta comarca de todos olvidada a mediados de los años cuarenta, cuando tan sólo él y Dios sabían de la existencia de esta comarca repartida falazmente en cuatro provincias; cuando no esperaba galardón alguno por sus trabajos y desvelos».
 La Academia añadía que siempre llevó «por montera» la comarca de La Jara, de modo que «escasamente se pueda decir que existe algún pueblo jareño que no tenga su pequeña-gran historia desentrañada por Don Fernando, ni su escudo y bandera por él pergeñados».
«Y a esos libros se han de añadir varios miles de artículos dedicados también a dar a conocer los paisajes, la historia, la arqueología, las tradiciones, la cultura jareña en general y la procedencia de los topónimos que toda esa sencilla y hermosa y abandonada comarca encierra», «Así era de generoso este hombre que acaba de dejarnos. Valgan estas palabras para agradecerle su generosidad y por habernos enseñados muchas cosas, entre ellas amar a nuestra tierra, que si es poca y dura, es hermosa y feraz»

Don Fernando ya estuvo allí - Miguel Méndez-Cabeza Fuentes
Dicen mis amigos del colectivo La Enramá cuando les invito acercarnos a algún lugar de las Tierras de Talavera con interés cultural que, aunque yo se lo muestre, don Fernando ya estuvo allí con la borriquilla. Quieren expresar con ello, no sin cierta dosis de recochineo, que por mucho doctor Livingstone de La Jara que yo me crea, nuestro querido don Fernando siempre se me ha adelantado. Y la verdad es que es algo absolutamente cierto, por mucho que uno se haya pateado las bellas rañas y riberas de la comarca.

Conocí al maestro cuando me acerqué a visitarlo a su casa de Belvís para compartir con él mi ilusión por los molinos de agua, y en su patio, con unos botellines “del” Mahou y unas almendras de desmayo me di cuenta de todo lo que sabía don Fernando sobre este tema y cómo había visitado muchas de esas venerables construcciones. Me regaló durante un par de horas pedazos de su sabiduría y de su humor socarrón, y confirmó mi sentimiento de que La Jara es un diamante en bruto aunque casi absolutamente desconocido para la mayoría de los españoles.

Pero somos muchos los discípulos del profesor jareño, y dedicados además a multitud de disciplinas, porque todas las materias fueron tratadas por él y así, ha sido el pionero de esta tierra en estudios geográficos, arqueológicos, históricos, etnográficos y con pinceladas de muchas otras cuestiones. Fue además un cronista magnífico que nos ha deleitado con numerosos artículos llenos de sabor y saber, y unas memorias que son todo un suculento retrato de los tiempos por los que trascurrió su vida larga y fecunda.

Era una persona entusiasta que gozaba con la naturaleza, la cultura y el buen yantar. Recuerdo cuando me llamó para visitar Villarejo y San Martín de Montalbán, los únicos pueblos de la provincia que le faltaba por conocer. Después de una agotadora jornada para un anciano, viendo iglesias, molinos y yacimientos arqueológicos, don Fernando, subido a un puente medieval sobre el río Cedena, gritó de pronto embargado por la emoción de disfrutar con lo que más amaba: ¡Viva la vida! 

Mis amigos de La Estrella y Aldeanovita  piden mi opinión sobre la idea de declarar el 30 de mayo como día festivo de La Jara porque fue en esa fecha precisamente cuando nació don Fernando, y creo que, dado que fue él quien animó al conocimiento de esta tierra y quien ayudó en gran medida a dotarla de una identidad, dignificándola al mismo tiempo, apoyo sin dudarlo esa iniciativa.

Don Fernando Jímenez de Gregorio


Aldeanovita- Homenaje 1984
Retrato  por A. Yuncar 

Belvís- Homenaje Centario

miércoles, 28 de mayo de 2014

La Jara Total


Hoy tenemos el honor de  contar  con la colaboración de Miguel Méndez-Cabeza Fuentes con un artículo, que publicó “Cuadernos de La Jara” y que amablemente nos cede  para publicar en este blog.

M. Méndez-Cabeza ( Talavera de La Reina 1957) es médico y escritor, conocedor y amante de nuestra tierra,  también la suya, y sobre la que ha escrito diversos artículos y libros entre los que se encuentran, “Los Molinos de Agua de la provincia de Toledo”, “ La vía verde de La Jara”, “Rutas y Senderos de Talavera y Comarcas”, “Los Caminos de Guadalupe y su Real Monasterio” y  coautor de “ Guía de recursos patrimoniales de La Jara y La Sierra de San Vicente”.

Vaya por delante nuestro agradecimiento.
   
Miguel Méndez-Cabeza (Talavera de La Reina 1957)
Médico y escritor









La Jara es un enorme territorio delimitado por cuatro ríos entre el Tajo al norte y el Guadiana al sur, y entre el Pusa al este y el Ibor al oeste. Las tierras que diferentes monarcas van otorgando a Talavera de la Reina para que sean repobladas después de haber quedado casi desiertas por las guerras de reconquista constituirá la futura comarca de La Jara. Este es un concepto histórico al que debemos otro más importante, el geográfico y cultural, porque como muy bien dice nuestro ilustre paisano Jiménez de Gregorio, “la geografía manda y la historia obedece”.
Esta comarca siempre ha tenido una mayor vinculación con los pueblos y culturas del occidente peninsular y así, las primeras culturas agrarias, las primeras oleadas de pueblos indoeuropeos hacen que nuestra tierra se enmarque en el conocido como megalitismo extremeño, como nos muestran los dólmenes de Azután y La Estrella. También vemos, por los hallazgos arqueológicos de estelas como la de Las Herencias o “Aldeanovita”, que en todo nuestro territorio se encuentra las más septentrionales muestras de las influencias “orientalizantes” y tartéssicas, propias de esa zona cultural del occidente penínsular con la que siempre veremos relacionarse a nuestro territorio.
También es cierto que las esculturas zoomorfas, los verracos de piedra de las tribus vettonas que salpican la geografía jareña nos demuestran la pertenencia de la zona a la España céltica. Es el pueblo vettón especialmente ganadero, como lo es la cultura de nuestra comarca, surcada por infinidad de cañadas y cordeles por donde discurrían desde tiempo inmemorial millones de ovejas de la cabaña trashumante. Esta cultura, al igual que las anteriormente referidas, también nos une con el resto de la comarca natural de Talavera, con la parte oriental de Cáceres, Ávila y Salamanca, nuevamente con una clara vinculación a la facies cultural atlántica de nuestra península, al contrario que la vecina comarca de los Montes de Toledo, situada más bien en un contexto ibérico. 
Los romanos, que como sabemos tenían un concepto muy práctico y realista de la organización del territorio, incluyen nuestra comarca en la provincia lusitana, situándose la frontera con la España Citerior precisamente en el límite oriental de nuestra comarca.
La Edad Media también configuró claramente una distribución geográfica en la que la korá árabe de Talavera incluía todo el territorio de La Jara defendido del avance cristiano por las fortalezas de Canturias, Vascos, Castros, Espejel y Alija, esa fuerte frontera del Tajo que yo denomino línea “maginot” jareña,
Toda la zona —aunque en la parte más occidental es reconquistada para los cristianos desde la ciudad de Ávila—, queda finalmente en el alfoz talaverano por las concesiones reales, aunque incluida en el reino y arzobispado de Toledo, quedando así fuera del obispado emeritense al que parece haber seguido perteneciendo en los primeros tiempos del reino visigodo con el obispado sufragáneo de Aquis. 
En el siglo XIV comienzan las “mordidas” de diferentes casas señoriales a nuestra extensa comarca. Primero la zona más oriental de La Jara pasa a constituir el señorío de Valdepusa que aunque históricamente queda así separado de La Jara, sigue por su paisaje, cultura y condicionantes geográficos muy unido a las tierras jareñas. Alfonso XI segrega un pequeño territorio de la dehesa de Ivan Román para la fundación del monasterio de Guadalupe, aunque Alía, Castañar de Ibor, La Avellaneda y Navalvillar de Ibor siguen en el alfoz talaverano. Ya en el siglo XVI comienza la compra de privilegios de villazgo a Felipe II, necesitado de fondos para la financiación de sus iniciativas bélicas, y es Espinoso del Rey el primer municipio que se segregará de la villa madre, Talavera, que poco a poco irá perdiendo los territorios bajo su directa administración, aunque todas las poblaciones seguirán manteniendo con la ciudad del Tajo su vinculación económica, social y cultural, una vinculación de la que es símbolo más claro la fiesta de las Mondas, en la que el alcalde talaverano cambia su bastón de mando con los de los pueblos hermanos.
Pero en 1833 con la división provincial de Javier de Burgos se produce una distribución del territorio nefasta para nuestra tierra, pues parte de ella se incluye en la provincia de Cáceres (Valdelacasa, Carrascalejo, Villar del Pedroso, Garvín, Peraleda, Navatrasierra)
Como sucede igualmente con esa otra parte de La Jara que hoy llaman Las Villuercas, con Guadalupe, cuya devoción mariana se halla fuertemente arraigada en los jareños, así como Alía, Castañar de Ibor, Navalvillar y la Avellaneda.
Otra parte de nuestra comarca es incluida en la provincia de Ciudad Real y así el muy jareño rincón de Anchuras queda de manera absurda separado administrativamente de La Jara, aunque la geografía manda y hasta para la atención sanitaria siga dependiendo de Talavera. Por último Valdecaballeros, que en su escudo lleva el de Talavera como símbolo de esa pertenencia a La Jara, y Castilblanco, pueblos que, junto a gran parte de la llamada Siberia Extremeña siguen teniendo una fuerte vinculación económica con la comarca.
La Jara no es por tanto ni toledana, ni cacereña, ni pacense, La Jara es una sola comarca y como tal debe considerarse, debiendo tender las asociaciones que estudian y defienden su patrimonio cultural y humano a considerar este hecho histórico y geográfico, aunque por evidentes razones, el estado autonómico tienda a segregar estos territorios e incluso intenten que se olviden las raíces de esos pueblos. Y no digamos nada de la nueva geografía del absurdo que los políticos hacen y deshacen a su antojo con la búsqueda de las subvenciones de los fondos europeos, incluyendo, por ejemplo, Azután y Navalmoralejo en la comarca de La Campana de Oropesa, Navalucillos en Cabañeros o San Bartolomé de las Abiertas en los Montes de Toledo.


miércoles, 21 de mayo de 2014

Patios de la Estrella y III


Aquí podéis ver "Los patios de La Estrella III", acompañados de la música de Ana Alcaide, "Debajo de los Tilos"


domingo, 18 de mayo de 2014

Patios de La Estrella II


El patio de Elvira:















El patio de Sara:





El Patio de Trini:


El patio de Teresa

Lilas

Esperamos que os guste este vídeo de Silvio Rodríguez

miércoles, 14 de mayo de 2014

Patios de La Estrella I

El PATIO.
Rafael Morales (Talavera de la Reina, 1919-2003)

Por el amargo amor de la memoria
regreso peregrino
al tiempo aquel en que perpetuos pájaros
de cántico y relámpago
enredaban su gozo
como un pequeño vendaval cautivo
sobre el claro celindo de mi patio.
Allí alzaban sus lanzas de frescor vigilante
las tiernas aspidistras
como altivos guerreros
defendiendo mi casa
contra el metal helado del invierno,
y las rojas macetas ofrendaban
constelaciones de pequeños pétalos
donde cabía exacta la belleza del mundo.
Trepaba sobre cables y esperanzas
la yedra fugitiva,
y todo era milagro
de las humildes manos de mi madre.

Patio de Ruben:













Las Calas

Pitosporos

Lirio

El patio de Pilar del Prado