LAS MINAS DE SANTA QUITERIA
La anterior vez en que visité Las Minas de Santa Quiteria fue una primavera allá por los años 80. Los
verdes de los sembrados se reanimaban al
sol tras las últimas y breves lluvias. Aún había ganado que pastaba en las
cercas y un cierto ajetreo en el campo y
en sus calles evidenciaba la resistencia
de su gente a la emigración.
Lejos de aquella mi primera visita vuelvo al pueblo. Estamos a
final de septiembre y aún colea el larguísimo
verano. A trechos negrean las encinas entre
pastizales y manchas de matorral.
Solo Las Sierras de Altamira enarbolan
sus rotundos azules sobre este
mar ondulante de achicharrados colores.
Es evidente que en este como en tantos otros pueblos de La
Jara la emigración terminó por dejar su dolorosa huella, aunque tanto quienes se
quedaron como quienes volvimos seguimos sin resignarnos al olvido en que las
diferentes administraciones mantienen a nuestros pueblos.
El origen de Las Minas de Santa Quiteria se debería a la
antigua explotación de una mina de plomo en sus proximidades.
Su Iglesia está dedicada a la virgen y mártir Santa Quiteria
y fue construida en el siglo XVIII en pizarra y cuarcita, aunque en la
actualidad un revoco cubre esos materiales. Un
formidable eucalipto se alza en la explanada a cuya sombra se sientan algunos de sus vecinos, que
amables, nos abrirán la iglesia. Mientras tomamos algunas fotografías, uno de
ellos nos ilustrará con la leyenda de la
Santa: Allá por el siglo II Santa Quiteria aún niña habría llegado huida desde Galicia hasta los Montes de
Toledo. Su delito, no renegar del cristianismo
al que ella y sus ocho hermanas, nacidas del mismo parto, se habían convertido.
Esa perseverancia la llevaría al martirio a manos del propio padre y de sus
perros.
Como la leyenda completa es muy curiosa, recomendamos a
quienes les interese que pinchéis este enlace: http://www.dipualba.es/municipios/higueruela/aminguez/iglesia/wquierialeyenda.html
Este sábado la asociación de mujeres celebra una comida con
posterior baile amenizado por nuestro amigo Miguel, experimentado músico local,
orgulloso de su soberbio acordeón y tocador
también de la caña, aunque para el baile de esta tarde él prefiera tocar
el órgano electrónico.
Como a nuestro paso encontramos una carpintería abierta,
entramos a conversar con el carpintero, que amable abandona la garlopa sobre el
banco para charlar un rato con nosotros. Valeriano Muñoz es un ejemplo de aquellos
paisanos que entre los años 50 y 70
recurrieron a los cursos por correspondencia para formarse y mejorar sus
posibilidades laborales. De las paredes de su carpintería
cuelgan dos diplomas, uno de Delineación en Carpintería y Ebanistería y otro de
Contabilidad.
Para rematar nuestra visita, y como la mina de plomo de La Cordobilla nos queda
más lejos, nos decidimos por dar un paseo hasta el río Fresnedoso, seco ya en
este verano que prolonga una severa sequía. Dos muchachos se empeñan en pescar
en una de las escasas charcas cubiertas de algas. Si los ojos de los puentes
tuvieran capacidad de asombro, asombrados quedarían ante la paciencia de los
dos pescadores.
Cuando nos marchamos, el único puesto de mercadillo que había
en la plaza recoge su mercancía, y algunos vecinos comienzan a impacientarse, porque
se acerca la hora de la comida y la furgoneta del panadero de Sevilleja aún no
ha llegado con el pan.
Alfonso Yuncar
Aquí os dejamos este video de Lagartera Tv con el grupo Madroñal y su pajarillo en la rama. Que lo disfrutéis.
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