domingo, 8 de abril de 2018

Vía Verde de La Jara - Breves apuntes sobre su origen.



Las obras de la antigua vía férrea de la que hoy  se conoce como Vía Verde de La Jara se inician en 1926, durante la dictadura de Primo de Rivera. El Ministerio de Fomento de aquella época elaboró un "Plan Urgente de Construcción de Ferrocarriles"  con la finalidad de unir varios puntos de la Península. El trazado entre Talavera de La Reina (Toledo)  y Villanueva de la Serena (Badajoz) fue uno de ellos, y el tramo que cruza  nuestra comarca terminaría por convertirse  a finales del siglo XX en la actual Vía Verde de La Jara.

Aquel proyecto fue acogido  por los pueblos de La Comarca de La Jara como la  oportunidad que les salvaría del subdesarrollo y el aislamiento padecido hasta entonces. Muchos fueron los campesinos que aprovecharon las obras de la vía para mejorar con sus jornales una economía familiar, siempre insegura. Pero aquellas expectativas  nunca llegarían  a cumplirse.  Ya en 1932 surgieron las primeras dificultades económicas y las obras quedaron interrumpidas. Aquella interrupción tuvo como consecuencia  una gran crisis económica y social para toda la comarca. Desde entonces la vía fue bautizada en nuestra tierra como "La Vía del Hambre".

Las obras se reanudaron en 1941 con el inicio del Plan de Regadíos de Badajoz, pues este ferrocarril  era considerado  fundamental para comercializar  los productos de aquella zona, y también  los de las vegas talaveranas que comenzaron a regarse con el Canal Bajo del Alberche.  Es esa la razón por la que las estaciones están alejadas de los pueblos - con la excepción de Aldeanueva de Barbarroya-  proyectadas más para el transporte de los productos agrarios,  que de viajeros.  Pero  muy pronto los trabajos volvieron a quedar interrumpidos.

En 1953 de nuevo se retomaron las obras  y en siete años se finalizó el tramo comprendido entre Logrosán (Cáceres) y Villanueva de La Serena (Badajoz) .  Este tramo está recuperado en la actualidad como Vía Verde de Las Vegas del Guadiana y Las Villuercas.

 En 1962 se terminarían de construir los edificios del tramo jareño  que une Calera y Chozas con Puerto de San Vicente, pero en 1963 las obras quedaron totalmente abandonadas y el  tramo que habría de unir  Puerto de San Vicente con Logrosán, definitivamente interrumpido.

Aquella truncada oportunidad de conectar La Jara con el progreso tuvo como inmediata consecuencia  una sangría migratoria, que aún no se ha podido contener. De hecho, y según datos muy actuales, algunos de nuestros pueblos han perdido desde entonces hasta un ochenta por ciento de su población.