lunes, 27 de julio de 2015

Aldeanueva de San Bartolomé- Mural de la Iglesia y Museo Strashko Vladimir




Aldeanueva de San Bartolomé (Aldeanovita) -
El mural de la iglesia  y el museo del pintor Strashko Vladimir Fedorovitch.

Este domingo se ha inaugurado en nuestro pueblo el museo dedicado al pintor Strashko Vladimir Fedorovitch ( Georgia-1955). Con tal motivo, el pintor ha viajado desde su país hasta Aldeanovita, y durante unos días hemos podido disfrutar de su compañía, recordando sus diferentes estancias aquí y  evocando sus avatares y desvelos por dejar terminado el retablo de la iglesia, un monumental regalo que el vecindario estima y muestra con orgullo a quienes se acercan a contemplarlo.

Desde este blog queremos unirnos al homenaje y al reconocimiento que Aldeanovita le tributa con la inauguración de su museo.


   Fotografías del mural de la Iglesia de San Bartolomé:












































     Fotografías del Museo Strashko Vladimir :























jueves, 16 de julio de 2015

El Huerto



El Huerto

Con la intención de aliviaros en parte estos días de bochornoso verano, hoy os traemos algunas imágenes que tomamos a huertos y hortelanos. Incluimos también la “Oda a la sandía” de Pablo Neruda, y rematamos con el  divertido y refrescante  video “Dos tomates y dos destinos”

Oda a la sandía

El árbol del verano
intenso,
invulnerable,
es todo cielo azul,
sol amarillo,
cansancio a goterones,
es una espada
sobre los caminos,
un zapato quemado
en las ciudades:
la claridad, el mundo
nos agobian,
nos pegan en los ojos
con polvareda,
con súbitos golpes de oro,
nos acosan
los pies
con espinitas,
con piedras calurosas,
y la boca
sufre
más que todos los dedos:
tienen sed
la garganta,
la dentadura,
los labios y la lengua:
queremos
beber las cataratas,
la noche azul,
el polo,
y entonces
cruza el cielo
el más fresco de todos
los planetas,
la redonda, suprema
y celestial sandía.
Es la fruta del árbol de la sed.
Es la ballena verde del verano.

El universo seco
de pronto
tachonado
por este firmamento de frescura
deja caer
la fruta
rebosante:
se abren sus hemisferios
mostrando una bandera
verde, blanca, escarlata
que se disuelve
en cascada, en azúcar,
¡en delicia!

¡Cofre de agua, plácida
reina
de la frutería,
bodega
de la profundidad, luna
terrestre!
¡Oh pura,
en tu abundancia
se deshacen rubíes
y uno
quisiera
morderte
hundiendo
en ti
la cara,
el pelo,
el alma!
Te divisamos
en la sed
como
mina o montaña
de espléndido alimento,
pero te conviertes
entre la dentadura y el deseo
en sólo
fresca luz
que se deslíe,
en manantial
que nos tocó
cantando.
Y así
no pesas,
sólo
pasas
y tu gran corazón de brasa fría
se convirtió en el agua
de una gota.

(Pablo Neruda,  de Las Odas Elementales, 1954)




Atando lechugas - Alcaudete, 1956