Las Herencias y El Tajo.
Alfonso Yuncar.
Ribereña, Las Herencias
moja los pies en el Tajo
solo el jaleo de los pájaros
en los chopos su paz quiebra.
La plaza se abre tranquila
enjalbegada de soles
huele a légamo y a monte
a pan y a ropa tendida.
Refrenado el río se aquieta
mira y copia los colores
que alumbran las estaciones
en fugaces acuarelas.
Nostálgico evoca o lamenta
su enrevesada aventura
sierras, cañones, llanuras
y hemorrágicas afrentas.
Confidencias de tierra y río
contra el hurto se revelan
quién reparará esta ofensa
en el reino del desatino.
El Tajo le dice adiós
la aldea el pañuelo agita
es la eterna despedida
de un apasionado amor.
tengo poco tiempo, pero veo esas fotos maravillosas.
ResponderEliminarbesos de tu prima