martes, 8 de julio de 2014

La Cosecha I



Besana, yunta, barbecho, gañán, rastrojo, siega, era, parva, trilla… son algunas palabras desconocidas para las nuevas generaciones. Sin embargo, cuarenta años atrás formaban parte de nuestro familiar vocabulario campesino.
Imposible mostraros en estas pocas fotos la importancia de la cosecha, esa etapa que cerraba un ciclo vital para el labrador en una rueda, que dependiendo del año repartía fortuna o miseria. Menos  veces fortuna.
En la era se daba ese proceso definitivo que separaba el grano de la paja. Eras de tierra limpia apisonada o empedradas, donde las mieses se desgranaban bajo el paso de las bestias y las cuchillas y los pedernales de los trillos. Horas caliginosas cuando mejor quebraba la parva, horas en que la galbana acudía a los trilladores con una pesadez  que se intentaba  espantar con cantares tan lentos y adormecedores que no evitaban que a veces mulas, trillo y trillador descarrilaran con estrépito fuera de la parva.
Valga este puñado de  fotos y la letra del cantar que sigue, como homenaje a los que nos precedieron y cuyos sacrificios y sudores también nutrieron nuestras raíces jareñas.

Madre mía que calor
Cuando canta la chicharra,
Madre mía que calor.
Si a la sombra estoy sudando
Que será mi amor al sol
Que en el campo anda segando
Cuando canta la chicharra.
 (Cantar popular de La Estrella de La Jara)

                          


























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