jueves, 20 de marzo de 2014

El Nacimiento y el Bautizo en La Jara

  

Bautizo años 50
1) El Nacimiento.

Los partos de las mujeres de La Jara  hasta los años 60 y como solía ocurrir en cualquier pueblo, los llevaban a cabo en su casa. La madre era atendida por  la partera. Esta mujer además de organizar los preparativos del parto, posteriormente instruía a la recién parida sobre el amamantar, fajar, la cura del corte umbilical, el aseo del crío... Pero también  entraba en juego la superstición, y la misma partera proporcionaba algún amuleto, que prendía con imperdible entre  las ropillas de la criatura con el fin  de defenderle contra el mal de ojo o la influencia maléfica de la luna.
Entre esas supersticiones existía una muy popular y extendida, que contaba la afición de las culebras a aprovechar la somnolencia de la madre para mamar de sus pechos, mientras introducían el extremo de su cola en la boca del niño a modo de sedante chupete.
Tras el parto era costumbre que recibiera  la visita de las demás mujeres, que con la enhorabuena le obsequiaban con una libreta de chocolate al que se le concedía virtudes reconstituyentes.
Al despedirse le decían: “Bueno mujer, lo importante es que se te críe con salud”.
  

2) El bautizo.

El bautizo suponía la primera salida al mundo de la criatura, un peligro que se trataba de ahuyentar con las aguas del bautismo.
Para acristianar  la criatura los padres buscaban  padrino  y madrina entre los familiares. El día señalado los padrinos iban a la ceremonia con el crío en mantillas. Además de algunos familiares, abundaba entre el acompañamiento la gente menuda. Concluida la ceremonia con el repique de campanas, el muchacherío del pueblo, no invitado, ya les esperaba a la puerta de la iglesia,  con más razón si  los padrinos gozaban fama de ricos. Durante la vuelta a casa, el padrino  lanzaba confites, caramelos y monedas sobre los que la chiquillería caía como polluelos sobre el grano. 
El convite, al que acudía también cura y sacristán  normalmente se componía  de chocolate en taza con bizcochos o rosquillas.
Recuerdo contar a mi padre lo que ocurrió en un bautizo  de cierto postín:
Tras el convite, y como el muchacherío de la calle reprochara al grito insistente  de “roñoso, roñoso” la tacañería del padrino, éste   en respuesta   recalentó un puñado de monedas en una sartén y se las lanzó por el balcón. Cuando los invitados salieron a reír la burla, una lluvia de cantazos les hizo retroceder,  y a alguna descalabradura hubo que sumar el destrozo completo de los cristales.


Maternidad

Madrina

            
Maternidad

Bautizo años 40

Bautizo años 70

 
                                  Bautizo años 40                                  Niño con mantilla de acristianar
                                                                                                            Aldeanovita

Bautizo en Aldeanovita



"Durme Durme"
Nana Sefardi

Ana Alcaide es una intérprete y compositora de Toledo que desarrolla una actividad investigadora en torno a antiguas tradiciones y culturas










1 comentario:

  1. desde hace mucho tiempo no puedo venir ver tu blog, porque mi padre fue en el hospital unos dias, y salió al fin de semana, pero no esta muy bien.
    veo que encontraste muchas fotos antiguas muy bonitas y gracias por esta historia.
    volveria esta tarde para ver las otras cosas.
    besos

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