BODAS EN LA JARA- La
Estrella de La Jara.
María Martín “La Roca ”
Hasta
los años 60 y tantos, yo recuerdo que las bodas duraban hasta cuatro días. El
primer día se mataba una cabra o un
carnero y se reunía toda la familia para los preparativos de la boda y ya
comíamos juntos.
Mujeres
y hombres preparaban la carne y las calderas donde se guisaba. Se avisaba a las
guisanderas del pueblo dedicadas a esos menesteres. Recuerdo dos nombres, tía
Jacinta “La Perrunillera ”
y tía Catalinilla.
Ese
día, la comida consistía en un guisado con los despojos del animal sacrificado
acompañado de patatas y arroz. La comida se acompañaba con cantares, se
contaban chascarrillos y se bebía vino, a veces acompañado con gaseosa “El Rubío”.
El
segundo día se comenzaba recogiendo los cacharros de casa en casa, pues para
tantos invitados como es lógico no había bastantes en la familia. Así pues, las
más jóvenes con canastas de mimbre recavábamos platos, cubiertos, vasos,
fuentes, bandejas, y las tazas de chocolate, llamadas también jícaras, que al
ser tan pequeñas se tomaban diez o doce de una sentada. Cada casa tenía su
propia señal para distinguir sus cacharros de los otros.
El
día de la boda el churrero se presentaba muy temprano en casa de los padres del
novio para preparar los churros por que era donde se celebraba la boda.
Los
padres de los novios casi nunca iban a misa por que se quedaban a organizar
todo lo que se les avecinaba. En primer lugar el padrino acudía a casa del
novio y se encontraba con toda la familia, por que los padrinos siempre representaban
a la parte del novio.
Posteriormente
se iba a buscar a la novia a su casa y desde allí partía la comitiva hacia la
iglesia. Terminada la ceremonia se cantaban cantares camino del convite. Los
padres salían a recibir a los novios, y sobre todo las madres echaban alguna
lagrimita, pienso yo que no por que perdieran una hija, sino porque se les
arrimaba una boca más a la mesa.
Se
desayunaba churros o bizcochos con chocolate y después seguía la celebración en
el baile hasta la hora de la comida. Tras la comida, unos se echaban la siesta
y otros seguían la fiesta con guitarras y cantares, pero a los novios no se les
dejaba solos para evitar que se acostasen antes de que llegara la noche.
Por
la tarde se “bailaba el ramo” en alguna plazoleta. Los guitarreros tocaban y
los invitados sacaban a bailar al novio o a la novia a cambio del “ramo”
(dinero), pero al final, en plan de broma también se bailaba con ellos a cambio
de patatas, tomates, pimientos, y hasta de
higos chumbos.
Tras
la cena, ya muy tarde, los novios se iban a acostar; luego se les echaba la
ronda y por la mañana temprano las madres les llevaban chocolate a la cama
preguntándoles que tal habían pasado la noche. Ya se pueden imaginar la gracia
que les haría dicha visita y en tales momentos.
Terminada
la boda se recogía todo y si era verano el novio se marchaba a segar o trillar
y la mujer a hacer las tareas de la casa o a lavar al río, por que en aquella
época por estos pueblos era impensable la luna de miel.
Pero
como ya es hora de que termine, remato: Colorín colorado, estas bodas en mi
pueblo se terminaron.
Alcaudete. 1915
Alcaudete. 1928
La Estrella. 1939
Novios años 20
Boda años 40
La Estrella. 1946
La Estrella. 1948
Aldeanovita. 1951
Aldeanovita. 1957
Alcaudete. 1957
Aldeanovita. 1957
Músicos de boda. 1958
Comensales de la boda. Años 60
Boda años 60. La Estrella
Boda años 60. La Estrella
Boda años 60. La Estrella
Boda años 60. Navalmoralejo
Boda con familia. La Estrella, años 60
Boda con familia. La Estrella, años 60
Boda con familia. Aldeanovita, años 60
Boda con familia. Aldeanovita, años 60
Aquí os dejamos un canto de bodas de Agapito Marazuela- Segovia.: