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jueves, 29 de septiembre de 2016

Las Minas de Santa Quiteria



LAS MINAS DE SANTA QUITERIA

La anterior vez en que visité Las Minas de Santa Quiteria fue  una primavera allá por los años 80. Los verdes  de los sembrados se reanimaban al sol tras las últimas y breves lluvias. Aún había ganado que pastaba en las cercas y un cierto ajetreo  en el campo y en sus calles  evidenciaba la resistencia de su  gente a la emigración.

Lejos de aquella mi primera visita vuelvo al pueblo. Estamos a final de septiembre  y aún colea el larguísimo  verano. A trechos negrean las  encinas entre  pastizales y  manchas de matorral. Solo Las Sierras de Altamira enarbolan  sus rotundos azules sobre este  mar ondulante de achicharrados colores.

Es evidente que en este como en tantos otros pueblos de La Jara la emigración terminó por dejar su dolorosa huella, aunque tanto quienes se quedaron como quienes volvimos seguimos sin resignarnos al olvido en que las diferentes administraciones mantienen a nuestros pueblos.

El origen de Las Minas de Santa Quiteria se debería a la antigua explotación de una mina de plomo en sus proximidades.

Su Iglesia está dedicada a la virgen y mártir Santa Quiteria y fue construida en el siglo XVIII en pizarra y cuarcita, aunque en la actualidad un revoco cubre esos materiales.   Un formidable eucalipto se alza en la explanada a cuya  sombra se sientan algunos de sus vecinos, que amables, nos abrirán la iglesia. Mientras tomamos algunas fotografías, uno de ellos  nos ilustrará con la leyenda de la Santa: Allá por el siglo II Santa Quiteria aún niña habría llegado  huida desde Galicia hasta los Montes de Toledo. Su delito, no  renegar del cristianismo al que ella y sus ocho hermanas, nacidas del mismo parto, se habían convertido. Esa perseverancia la llevaría al martirio a manos del propio padre y de sus perros.

Como la leyenda completa es muy curiosa, recomendamos a quienes les interese que pinchéis este enlace: http://www.dipualba.es/municipios/higueruela/aminguez/iglesia/wquierialeyenda.html


Este sábado la asociación de mujeres celebra una comida con posterior baile amenizado por nuestro amigo Miguel, experimentado músico local, orgulloso de su soberbio acordeón y tocador  también de la caña, aunque para el baile de esta tarde él prefiera tocar el órgano electrónico.

Como a nuestro paso encontramos una carpintería abierta, entramos a conversar con el carpintero, que amable abandona la garlopa sobre el banco para charlar un rato con nosotros. Valeriano Muñoz es un ejemplo de aquellos paisanos que entre  los años 50 y 70 recurrieron a los cursos por correspondencia para formarse y mejorar sus posibilidades laborales. De las paredes de su carpintería cuelgan dos diplomas, uno de Delineación en Carpintería y Ebanistería y otro de Contabilidad.

Para rematar nuestra visita, y como  la mina de plomo de La Cordobilla nos queda más lejos, nos decidimos por dar un paseo hasta el río Fresnedoso, seco ya en este verano que prolonga una severa sequía. Dos muchachos se empeñan en pescar en una de las escasas charcas cubiertas de algas. Si los ojos de los puentes tuvieran capacidad de asombro, asombrados quedarían ante la paciencia de los dos pescadores.   

Cuando nos marchamos, el único puesto de mercadillo que había en la plaza recoge su mercancía, y algunos vecinos comienzan a impacientarse, porque se acerca la hora de la comida y la furgoneta del panadero de Sevilleja aún no ha llegado con el pan.
Alfonso Yuncar



































































































Aquí os dejamos este video de Lagartera Tv con el grupo Madroñal y su pajarillo en la rama. Que lo disfrutéis.


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