PIEDRA
ESCRITA.
(Texto
de Miguel Méndez Cabezas-Fuentes.)
Cuenta
la leyenda que en tiempos medievales, “poco después de la expulsión de los
sarracenos” un vaquero de Espinoso aprovechaba con los ganados propiedad de su
amo talaverano las hiervas frescas del
entorno y se le apareció la
Virgen en un lugar cercano al pueblo, sobre una roca conocida
como “El Canto de la Virgen ”,
donde hace unos años se ha erigido un sencillo monumento conmemorativo. Le
encomendó la construcción de una ermita que los lugareños se empeñaban en
levantar en otro lugar en el que hoy le sirve de solar, sucediendo que los muros
levantados por el día aparecían derruidos a la mañana siguiente, hasta que por
fin el templo fue construido donde actualmente se ubica, justo en la divisoria entre
las aguas del Guadiana y el Tajo. Un documento del arzobispado dice que en 1188
el obispo Gonzalo Pérez otorga licencia para la construcción de una iglesia a
un tal Nuño Núñez y a su mujer Aderazo Gómez que aportaban la dote necesaria
para su mantenimiento.
El
templo es una edificación sencilla con un ábside que fue octogonal y, según
parece, formaba únicamente la construcción primitiva, más tarde modificada
añadiéndose la nave principal. El edificio tiene a los pies un campanario de
tres huecos que fue construido en el siglo XVIII. Se accede a la iglesia por un
pórtico descendiendo cuatro escalones, ya que el piso del templo se encuentra
por debajo del nivel actual del suelo y hay constancia de una antigua fuente
dentro de la ermita que, como hemos dicho, es una iglesia en realidad. Los
muros están fabricados en mampostería de lajas de pizarra con revoco exterior
enjalbegado
Pero
lo realmente interesante desde el punto de vista artístico es el interior de este monumento. Sus paredes
están en gran parte cubiertas de valiosa azulejería talaverana del siglo XVI y
XVIII con escenas del nuevo testamento. En el lado de la epístola destaca un
San Cristóbal de grandes dimensiones frente al que se sitúa un panel con una
fila de arcabuceros similar al que se encuentra en la ermita de La Virgen del Prado de Talavera, aunque no es esta la única
similitud en los motivos dibujados en Piedraescrita.
Otros
paneles representan a diferentes santos y en el testero se aparece un juicio
final con la resurrección de los hombres que son extraídos de las tumbas por
ángeles y demonios. Un azulejo parece representar al autor de parte de los
paneles cerámicos.
En
cuanto a la esfera que cubre la capilla podemos contemplar la pintura al fresco
de un Pantocrátor con estrellas y una luna con cara femenina. Esta es la
pintura románica más meridional del territorio nacional. Son también de interés
un magnífico Cristo crucificado del siglo XVII, la pila bautismal y una
escultura de la Virgen
en cerámica talaverana.
Justo
por encima del pueblo domina el paisaje la cumbre de Las Moradas, el pico más
elevado de La Jara
en el que persisten restos de amurallamiento donde se habrían refugiado los
primeros pobladores cristianos huyendo de las razzias musulmanas. En un risco
de cuarcita que mira desde la cumbre hacia el caserío se percibe una
inscripción árabe con más de siete metros de longitud y uno de altura. Está
escrita en letra cúfica y su significado
podría traducirse como “La cumbre”,
aunque está deteriorada y es aventurado asegurarlo. También hay referencias al
hallazgo de otras inscripciones hoy desaparecidas en el entorno de la iglesia
que habrían justificado el nombre de “Piedraescrita”.
Nota.-
En Piedraescrita se puede adquirir el libro “Santa María de
Piedraescrita” escrita por Mariano Recio Mencía, un trabajo pormenorizado y
notable con hermosas fotografías de Félix Galán.
Con este vídeo que hemos montado sobre Santa María de Piedraescrita, acompañado por dos cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio, pretendemos trasladaros al menos una parte del arte y la sencilla belleza que nos ofrece esta original iglesia de la comarca de La Jara
Buen artículo Miguel.
ResponderEliminarCreo que resulta muy probable que la piedra escrita de se encuentre en el centro del abside o en su suelo.
Llámalo intuición, pero así lo creo.
Una de tantas apariciones como intentos de cristianizar lugares de cultos paganos precristianos.
Un saludo.
Buen artículo, pero es se escribe "hierba" en este caso en lugar de "hierva".
ResponderEliminarGracias.
Un saludo