A medio camino entre El Puente
del Arzobispo y La Estrella de La Jara (7,5 Km ) se halla
Navalmoralejo. La parada del autobús al inicio de una carretera secundaria
puede servir de señal para los que no lo conozcan y quieran visitarlo.
Frente por frente, un
camino de tierra nos llevará otro día a La Ciudad de Vascos, también en
tierras de Navalmoralejo.
El nombre de Navalmoralejo,
según la leyenda popular se debería a un supuesto fundador del pueblo, el moro
Alejo (Nava de Alejo), que desterrado
por desavenencias con la autoridad de Vascos,
habría escogido estos parajes para levantar su casa y vivir del
pastoreo.
Más credibilidad nos
ofrece, que Navalmoralejo se derive de Navalmoral, nombre con que se conocía al
municipio antes de siglo XVII y que para distinguirlo del cercano pueblo de
Navalmoral de La Mata
fuera cambiado por su diminutivo.
Jimenez de Gregorio, más
concreto, opinaba que antes del pueblo ya existía una fuente conocida por
Fuente del Moral. Ese sería el origen más lógico de su nombre.
Aunque es uno de los pueblos
más pequeños de nuestra comarca, su interés debería ser de primer orden. La
impresión que puede causar en una primera visita sugiere que es un pueblo a
medida de sus habitantes, una familia bien unida y avenida que disfruta un
orden natural. La limpia y gótica sencillez de su iglesia, unida a la vieja
arquitectura de muchas de sus casas forman un conjunto que aún resiste y se
remoza frente a otras construcciones más recientes.
También habla a favor de
sus vecinos, que aunque pocos, recientemente consiguieran con lucha y tesón que
la línea regular de autobuses que pasaba
a 2 km
del pueblo entrara en él.
Su alcalde Manuel Chico,
nos recibe en su casa y amable nos muestra su colección de aperos y viejos
utensilios domésticos. Después nos llevará hasta el Centro Social para
enseñarnos la exposición que a modo de historia fotográfica del pueblo se
exhibe en las paredes del salón de actos.
Para finalizar vistamos
el Centro de Interpretación Arqueológica. Aunque interesante, su contenido
nos parece insuficiente y pensamos que debería estar mucho mejor dotado, con
más piezas de las muchas halladas en Vascos, aunque solo fuera por la situación de estas excavaciones en su territorio.
Es injusto que se
margine y desligue de alguna forma a este pueblo del potencial interés que
representa Vascos. Otro nuevo absurdo político a sumar a una ya vieja lista, trata de distanciar de alguna forma a nuestro pueblo, de la comarca de La Jara para situarlo en La Campana de Oropesa.
Como en otras visitas a otros pueblos de
nuestra comarca, conversar con sus vecinos y vecinas, pasear por sus calles y paisajes, y tratar de plasmarlo todo en unas cuantas
fotografías, es una experiencia, que al
marcharnos nos deja una mezcla de nostalgia
y orgullo por haber descubierto otra parte de nuestras raíces.
Vista de la Iglesia
Detalle de la Iglesia
Ara romana en esquinazo de la Iglesia
Altar Mayor
Vista interior
Manuel Chico- Alcalde
Los buenos días.
Los lirios
El gallinero
La cesta
Poyata con cacharros
Las hoces
Cactus en el patio
Patio
Rufino y Edubijis
Jardín
Alhelíes
Pared de un huerto
Jimena, ¡mira al pajarito!
Otro patio
Ventana y planta
Huerto y gallinero
Fachada
Balcón
Calle
Precioso el reportaje.
ResponderEliminarResistente pueblo. Pese a perder población fija, tiene más casas que antes, de aquellos que aman sus calles y rincones.
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