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martes, 26 de enero de 2016

La Nava de Ricomalillo III

Retrato escolar. La Nava 1915


LA NAVA-Amanecer de otoño.
Alfonso Yuncar.

Un gallo se despereza
alza la cresta y canta.

A lomos del Mogorro
cabalga el amanecer
desciende calles y plazas
desecha las cerraduras
y abre puertas y ventanas.

Peldaños del silencio
telarañas del sueño
que la claridad traspasa.
Las herraduras de un mulo
hacen añicos la calma.

Sosegada luz que llega
a baldear los corrales,
solaz sobre los tejados
en tibieza derramada
colado albor de los patios
gotear de las macetas
y parras ya deshojadas.

Luz que quiebra los azogues
y pule  los cachivaches
en las trojes encaladas,
en cocinas y alacenas,
que penetra en las alcobas
y su intimidad quebranta.

Despeinado sol de otoño,
sobre las tapias del huerto
la higuera tiende sus ramas
y un tibio aliento se eleva
de los montes y hondonadas.
Sobre siembras y olivares
pájaros en desbandada.

Un nuevo día se abre
a la lucha cotidiana
vertiginosa rueda
que el tiempo desgasta.
Colores de aceite y miel,
bajo el cielo de La Nava.































































    Hoy os dedicamos esta rondeña de Candeleda.


martes, 12 de enero de 2016

La Nava de Ricomalillo II




LA NAVA DE RICOMALILLO.
(Texto extraído de Cuadernos de La Jara-Francisco López de Castro)

La Nava es uno de los principales nudos de comunicaciones de nuestra comarca. Ya en época hispanorromana era atravesada por una calzada que enlazaba la Carpetania y la Lusitania. En aquella época se llamó Noliba, como atestiguan algunas y lápidas romanas (con los nombres de Aiosecus y Festiva, primeros naveros conocidos) encontradas al hacer la carretera a finales del XIX. No quedan testimonios arqueológicos de la época visigoda ni del dominio árabe, pero los mozárabes llegados de Córdoba, Sevilla y Toledo volvieron a habitarla y la denominaron Setfilla hasta que fue de nuevo abandonada.

La segunda y definitiva repoblación llegó desde el Alfoz de Talavera en el siglo XV. El Rincón Malillo dio origen a La Nava, esto es un lugar alto situado entre montes más elevados (como el cerro Mogorro en cuya falda se ubica el pueblo). En 1578 La Nava aparece como una aldea de Sevilleja que cuenta con 50 habitantes.
Por aquella época aparecen referencias a la mina de oro de Sierra Jaeña1 , conocida como La Oriental, próxima a los linderos de Buenasbodas y Belvís, que probablemente fuera ya explotada por romanos y visigodos y luego en el XVI, desgraciadamente con escasos resultados.

El nombre de La Nava de Ricomalillo aparece por primera vez en 1778 en el mapa de Tomás López y Vargas Machuca. En 1787, tras un proceso no exento de ciertos problemas, Carlos III concede la segregación e independencia de Sevilleja. La Nava cuenta por entonces con unos 300 habitantes y su primer alcalde fue Damián Fernández Carretero.

El pueblo va creciendo lentamente, dedicado a la agricultura (fundamentalmente cereal y olivos), a la molienda y a las colmenas, hasta alcanzar casi 1.700 habitantes en 1960, fecha en la que comienza la emigración y el declive poblacional que sufrió nuestra comarca.

LA IGLESIA

Como la mayoría de los pueblos de La Jara, La Nava no tiene grandes monumentos, pero sí una iglesia de ajetreada historia.

Según cuenta Fernando Jiménez de Gregorio, su origen debió ser una capilla ubicada en la calle o plazuela que lleva ese nombre. En el año 1609 se levantó una ermita, dedicada a Nuestra Señora de los Remedios, que pasa a ser iglesia, con pila bautismal, en 1710. Con la segregación de Sevilleja, el pueblo desea una iglesia mayor, con una torre, para dar prestigio al vecindario; además, por aquel entonces los vecinos de Buenasbodas acudían a ella también.

Las obras, realizadas por maestros de la comarca, comienzan en 1798 y finalizan en 1801. Se trataba de una iglesia de proporciones modestas, planta de salón con un arco toral que separa el presbiterio de la única nave; una sola puerta se abre al oeste bajo el campanario, amparada por un tejadillo sostenido por un armazón de madera de tipo mudéjar.
La iglesia fue incendiada, junto al archivo parroquial, en septiembre de 1936, siendo reconstruida en 1944. En 1984, dado el estado ruinoso en que se encuentra la iglesia, el pueblo (o las anteriores autoridades civiles y eclesiásticas a decir de algunos) decide demolerla y construir una nueva. La iglesia actual, acabada en 1987, cuenta con unas hermosas vidrieras policromadas.

Existe en la Nava la tradición  de subir las banderas a los Mogorros el Domingo de Resurrección, para proteger al pueblo de las tormentas, ya que según cuentan hubo una muy grande que arrastró algunos cadáveres del cementerio.   


Para conocer más: Fernando Jiménez de Gregorio. La Nava de Ricomalillo. Un pueblo de la jara toledana. La Nava de Ricomalillo: Asociación de Amigos Unidos por la Nava, 1982. Fernando Jiménez de Gregorio. La Nava de Ricomalillo. De la ermita y la iglesia viejas al nuevo templo. La Nava de Ricomalillo: Excmo Ayuntamiento de la Nava de Ricomalillo, 1987. Agradecimientos: A Jaime Castro, Daniel García, Pedro Muñoz y el padre Santos, por ayudarnos a realizar este artículo.





































































Hoy os vamos a dejar este bellísimo Fandango de Ciudad Real. Corte perteneciente al conjunto de grabaciones realizadas por el NO-DO entre 1956 y 1976.