Cartel en defensa del Tajo.
Talavera 2013
(A. Yuncar)
SALA DE CONCIERTOS
El Tajo es una
sala de conciertos de agua
con plateas de
juncos, puentes de anfiteatros,
desde donde se
escucha cantar las más hermosas
canciones de la
boca de peces y de pájaros.
Por la mañana empiezan su concierto
las aves:
las tórtolas, los mirlos, la perdiz desatando
un suave parloteo con la urraca ladrona
el gorrión chillón, vecino de este barrio.
También actúa el jilguero, de
garganta menuda
voz de vicetiple, subido en el estrado de la rama
de un olmo con un coro de voces
que entonan a las aguas sus jubilosos cánticos.
Los dirige con mano firme, con la
batuta
bífida, señalando a uno y otro lado,
con la cabeza quieta; pero mirando a todos,
vestido de inocencia, impasible, el lagarto.
En la sesión de tarde intervienen
palomas
torcaces y cigüeñas desde los campanarios,
vencejos, aviones, golondrinas, que frotan
sus alas con el aire y suena a stradivarius.
El ruiseñor que canta por fina
maestría
y también la calandria desde el trono de un árbol
a quienes les responden, saltando en la corriente,
redonda voz de carpa y el lucio, voz de bajo.
Y por la noche canta la anguila
tiernamente,
y el búho admonitorio, y la boga, y el barbo
unas canciones tristes, recordando a sus padres
que se llevan las aguas a Portugal, río abajo.
El Tajo es una sala de música que
suena
al
compás de la vida de todo lo creado,
música
de mi infancia, mi inocencia perdida,
que
guardan en sus trinos los peces y los pájaros.
J. Benito de Lucas- Talavera de la Reina- 1934